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La promesa de la Tierra en el Nuevo Pacto.

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La promesa de la Tierra en el Nuevo Pacto.



      

 En la historia de la Redención podemos encontrar grandes cúspides que nos ayudan a
entender mejor el panorama de la Salvación. Este es el caso de los pactos de Dios que
realizo con siervos justos y con las comunidades definidas. 
Uno de los pactos que mas
resuenan incluso hasta hoy en día, es el Pacto de Dios con Abraham, sin embargo, el pacto que mas nos atañe sobre todo a nosotros los gentiles es el Nuevo Pacto hecho con el mesías Jesús. Veremos una de las promesas en particular en estos dos Pactos que es la promesa de la tierra.

        Dios hizo un Pacto con Abraham, y comienza el relato en Génesis 12:1 “ Y el SEÑOR
dijo a Abraham: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra
que yo te mostraré.” Y continua el pasaje con otras promesas que Dios le hace, lo que llama
la atención es que Dios le tenia preparada esta tierra para el. Lo vemos en el versículo 12:7
“...a tu descendencia daré esta tierra” Y lo vemos también en Génesis  15:18... “En
aquel día el SEÑOR hizo un pacto con Abraham, diciendo: A tu descendencia he dado esta
tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Éufrates:”. Esta promesa estaba ligada
estrechamente con la descendencia de Abraham. Una de las maneras en que Dios dispuso,
para que Abraham y su descendencia poseyera la tierra fue por la fuerza. Lo vemos en
Génesis 22:17 “...y tu descendencia poseerá la puerta de sus enemigos.”

         Algo sumamente importante en cuanto a las promesas del Pacto con Abraham es la
promesa de la Simiente y la relación que esta tiene con la promesa de la tierra. Dios promete
primeramente que en Abraham haría una nación grande y que Dios lo bendeciría. Génesis
12:2
“... Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. ” Y algo que encontramos también en las escrituras, es que Dios fue revelando
detalles acerca de esta bendición y en lo que consistía esta promesa. También vemos que
Dios haría un pueblo que no podría contarse. Génesis 15:5 “Y haré tu descendencia como el
polvo de la tierra; de manera que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también tu
descendencia podrá contarse.”. Y nos solamente Abraham seria bendecido sino también que
seria instrumento para bendecir a las familias de la tierra. Génesis 12:3 “ ...Y en ti serán
benditas todas las familias de la tierra. ”Algo muy relevante para nosotros es saber que Dios
hizo estas promesas a sus descendientes carnales. Sin embargo encontramos una de las
promesas más maravillosas que es; que Dios hace referencia a una descendencia especial
que nos recuerda la promesa de Dios en Génesis 3:15 hablando de la simiente de la mujer
que pisaría la cabeza de la serpiente. Esto lo vemos en los versículos 17:7-8 “Y estableceré
mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto
eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. Y te daré a ti, y a tu
descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como
posesión perpetua; y yo seré su Dios.” Notemos que están íntimamente conectado tanto la
promesa de la Tierra como la Promesa de la simiente. Creemos que aquí esta hablando de
una promesa mesiánica ya que en el Libro de Gálatas 3:16 lo encontramos de esta manera.
“ Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: y a las
descendencias, como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia, es
decir, Cristo.” Dios hizo la promesa de que Abraham y su descendencia poseerían la Tierra
prometida y que levantaría una descendencia que poseerá de manera perpetua.

        Vemos el cumplimiento de esta promesa a través de la escritura y que esta nos muestra la fidelidad de Dios. Primeramente liberándolos de la esclavitud de Egipto para
guiarlos hacia la tierra prometida. Aunque después de ser liberados de Egipto pasaron varias
generaciones hasta que llegaron a poseer la tierra de Canaán, este retraso  fue por la incredulidad de ellos mismos en el desierto. Vemos este cumplimiento de la posesión de la tierra en el libro de Josue el sucesor de Moisés designado por Dios. Realmente Dios invita a poseer esta tierra en los primeros versículos de el libro de Josué aunque hay una condicional para que esto fuese posible. Josué 1:3-7 “Todo lugar que pise la planta de vuestro pie os he dado, tal como dije a Moisés. Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río, el río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el mar Grande que está hacia la puesta del sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú darás a este pueblo posesión de la tierra que juré a sus padres que les daría. Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.” Esta posesión de la Tierra fue obra de Dios y queda ilustrada en la primera batalla de Jericó, ordenándoles que rodearan la ciudad con las murallas que parecían impenetrables, 7 veces y al final Dios fue quien derribo las murallas. Esto fue lo que Entendió David en el Salmos 44:3 “Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra, ni su brazo los salvó, sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia, porque te complaciste en ellos.” Y Dios los mantuvo en la tierra durante mucho tiempo a pesar de su desobediencia. “Sus enemigos también los oprimieron, y fueron subyugados bajo su poder. Muchas veces el Señor  los libró; y ellos, sin embargo, fueron rebeldes a su consejo, y se hundieron en su iniquidad. Sin embargo, El vio su angustia al escuchar su clamor; y por amor a ellos se acordó de su pacto, y se arrepintió conforme a la grandeza de su misericordia.”

          Podemos concluir que la promesa de la tierra a Abraham y a sus descendientes fue
cumplida con la tierra pero este fue un medio de gracia para que el pueblo pudiese ver la
fidelidad de Dios a sus promesas. Y que esta Tierra que se les había dado era un lugar especial donde fluye leche y miel es decir donde tendrían refugio y ninguno de sus enemigos podría hacerles frente ya que Dios mismo estaba con ellos. Aunque esta tenia una condicional que era permanecer en sus leyes. Y Andar conforme la voluntad de Dios, lo vimos en Josue 1:7

          Ahora que hemos visto la promesa de la tierra en el pacto de Abraham nos concierne
estudiar acerca de la Promesa de la Tierra en el Nuevo Pacto y si es que esta promesa esta
presente de la misma manera que en el antiguo Pacto.

          En el Nuevo Pacto que es con Jesús el Mesías encontramos grandiosas Promesas y
en mi opinión la promesa de la tierra también esta incluida pero más sublime que en el
antiguo Pacto.

         Las promesas que hizo Jesús acerca de la tierra podemos encontrarlos en pasajes
como:
Juan 14:1-4 “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa
de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar
un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os
tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Y conocéis el camino
adonde voy” o Pasajes como en:
Mateo 5:5 “ Bienaventurados los humildes , pues ellos
heredarán la tierra.” Y lo que nos hace pensar que son parte de las promesas del Nuevo
pacto es que Jesús Mismo es quien las hace. Es indudable pensar que esta promesas de la
Tierra y muchas de las otras promesas son mucho mas grandes que las que experimento
Abraham en Canaán. 
Según 2 Corintios 1:20 “Pues tantas como sean las promesas de Dios,
en El (Jesús) todas son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios por
medio de nosotros.” Y la Razón principal es porque la garantía es su muerte misma.

         Dios además de la promesa de la tierra también nos ha prometido perdón, salvación,
vida eterna y gloria para siempre con él. Aunque así como Abraham, a veces pensamos
“Como sabré lo que la heredaré?” Cuando una pregunta así entra en nuestras mentes, no
tenemos que esperar por Dios para mas validación. Más bien , el Señor nos señala de vuelta
a lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. El nos dice que miremos a la forma sangrante del
Cordero de Dios, en quien toda promesa que Dios ha hecho es ratificada. Cristo es nuestro
Pacto. Su obra es la ceremonia gratificante que nos dice que toda promesa de Dios se
cumplirá, y que podemos depender firmemente sobre estas promesas de todo corazón. Es
por eso que podemos afirmar que en Jesucristo tenemos aún más. No tenemos solo el
juramento, “Que yo sea masacrado como estos animales si Yo no guardo estas promesas”
que leemos entre líneas en Genesis 15 cuando Dios paso por medio de los animales partidos a la mitad como ratificación del Pacto con Abraham. Con Jesucristo más bien tenemos la declaración, “He aquí yo derramo mi sangre, y me entrego para ser masacrado, para que tú jamás dudes de la sinceridad y la certeza de esta promesa” este juramento nos prepara para “la muerte del testador” de la que habla Hebreos 9:16 “ Porque donde hay un testamento, es necesario es que ocurra la muerte del testador.” ; que retrata el pacto de Cristo con su pueblo.

         Dios cumplirá sus promesas...!!!, ahora bien nos interesa saber, es como es que nosotros los gentiles podemos tener parte en estas promesas. Si bien estas promesas comienzan en los pactos anteriores a Jesús, es justamente en él que nosotros podemos tener acceso mediante la fe y ser así descendencia espiritual. Así lo encontramos en el libro de Gálatas 3:22-25 “Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen. Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada. De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por fe. Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo,pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.”

        Ahora bien la tierra que nosotros heredaremos es una superior y perpetua así como le
fue prometida a Abraham y a su descendencia. Como vimos, a Abraham se le hizo la promesa de la tierra en forma de una posesión geopolítica pero esta promesa también incluía una Promesa Eternal con el Dios que se había convertido en su amigo y su recompensa. Genesis 15:1 “ Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram, yo soy un escudo para ti; tu recompensa será muy grande.” 2 Crónicas 20:7 ¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de tu amigo Abraham?” En el Nuevo Pacto encontramos que esta tierra es mucho mejor que la del antiguo Jeremias 24:6-7 "Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los traeré de nuevo a esta tierra; los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré. "Y les daré un corazón para que me conozcan, porque yo soy el SEÑOR; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí de todo corazón.” ...que incluía además el conocimiento de Dios por medio de un corazón nuevo, Jeremias 32:41-44 Me regocijaré en ellos haciéndoles bien, y ciertamente los plantaré en esta tierra, con todo mi corazón y con toda mi alma. Porque así dice el SEÑOR: "Como he traído a este pueblo toda esta gran calamidad así he de traer sobre ellos todo el bien que les prometo. "Y se comprarán campos en esta tierra de la cual decís vosotros: 'Es una desolación, sin hombres ni animales; entregada está en mano de los caldeos.' "La gente comprará campos por dinero, firmarán y sellarán escrituras y llamarán a testigos, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén, en las ciudades de Judá, en las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura y en las ciudades del Neguev, porque restauraré su bienestar "declara el SEÑOR.” Isaías 2:4 , “Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” Isaías 11:6-9 “El lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos , y un niño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja. Él niño de pecho jugará junto a la cueva de la cobra, y el niño destetado extenderá su mano sobre la guarida de la víbora. No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR, como las aguas cubren el mar.”Isaías 62:4 “ Nunca más se dirá de ti: Abandonada, ni de tu tierra se dirá jamás: Desolada; sino que se te llamará: Mi deleite está en ella, y a tu tierra: Desposada; porque en ti se deleita el SEÑOR, y tu tierra será desposada.” Vemos también en el Nuevo testamento características de esta tierra también 2 Pedro 3:11-13 “Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.” Apocalipsis 21:1 “Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.”

       Nos atañe a nosotros tomar el ejemplo de Abraham que espero con paciencia y con fe
esa promesa. Que incluso morando en la tierra de Canaán vivió esperando una tierra que
tiene fundamentos y cuyo arquitecto es Dios. Hebreos 11:9-10 “Por la fe habitó como
extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac
y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos,
cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Viviendo solo como un peregrino en esta tierra y
puesta su mirada en aquella verdadera tierra donde Dios mismo esta y habita con su pueblo,
donde tendremos un conocimiento pleno de Dios y le amaremos con un corazón que él mismo nos da. Dice Hebreos 11:13-16 “Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las
promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan
a entender que buscan una patria propia. Y si en verdad hubieran estado pensando en
aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. Pero en realidad,
anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser
llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.” Abraham vivió anhelando y
preparándose para un Hogar Eterno en la presencia de Dios, y edifico su fe, lo mantuvo puro,
y le dio gozo. Nosotros los Creyentes tenemos la seguridad de esta herencia ya que cristo
mismo la garantizo pero aun no experimentamos la gloria de ella, y no la poseemos
pacíficamente. Nuestra misión es una misión de preparación para esta tierra prometida.

       En conclusión, Dios siempre ha querido que estemos en comunión íntima con él y ha
unido su gloria con nuestro beneficio, dándonos no solamente las promesas de vida eterna. Si que esta vida es buena agradable en una tierra nueva y cielos nuevos, donde la presencia
de Dios permee y aunque la tierra y el lugar celestial no es en realidad nuestro mayor galardón, es parte de un paquete completo.

Estudio basado en el Libro desde el huerto hacia la Gloria de JR. Williston
Biblia utilizada: Biblia de las Américas.

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